martes, 27 de noviembre de 2012

El mejor Dia de la Vida

 
 
 
 
Alrededor de las 9:00 pm trato de conciliar el sueño, me he sentido deprimido toda la tarde por la situación de la contrareloj. Suena el teléfono y es Hector quien me dice: “Los Afamados hicieron alianza con los Depres” “Te van a caer a palos mañana” “Se unirán para que no ganes”. Bueno, ya estamos acostumbrado a eso ¿no es así? Fue todo lo que conteste.


A la mañana siguiente mientras esperábamos la salida en falso frente al Ayuntamiento todo el mundo parecía comentar acerca del “complot”.



La cosa estaba así: En nuestra contra de Afamado: Camacho, Servin, Alcala y el Tumba unidos con Xiloman y Castelan de Depredadores. Contra los Capes: Yapur y Gabriel Burgos. 2 contra 6.



Mi estrategia fue muy sencilla. Afamado se la va a jugar con Camacho mi tarea será marcarle y esperar una oportunidad para atacar.



Como era de esperarse desde el principio de la carrera Camacho empezo a mover sus piezas mandando a Tumba, Servin y Xiloman a la fuga tempranera. El objetivo lograr que yo me desgastara persiguiéndoles.



El señuelo no funcionaria pues yo me quede a rueda de Camacho sin mostrar la más minima intención de corretear la fuga.



La carrera avanzaba y dejábamos ir a todo el mundo. La fuga ganaba más y más terreno. Yo con la paciencia de Job. El que se desespero fue el Jalisciense que empezó a lanzar ataques para recortar distancia con los escapados. Yo me mantuve al acecho reservando energías y sin mostrar ningún interés por colaborar en la empresa.



Cuando finalmente alcanzamos al grupo que marchaba adelante me di cuenta que había 4 corredores adelantados. Tumba y Servin (Afamado), Monsivaes (SLP) y Xiloman (Depredadores).



Yo seguí en las mismas simplemente esperando y al acecho. Dimos vuelta en Tulum y emprendimos el retorno. El clima con llovizna y viento. Tuve que retirarme los lentes pues no veía nada.



Alcala y Camacho empezaron a desesperarse la diferencia con la fuga era demasiado. Se acerco la camioneta de los Depredadores y Jalisco dio la orden. “Diga a los fugados que se acuesten a dormir” La camioneta partio velozmente a llevar la instrucción.



Después me enteraría que la orden motivo al de SLP a atacarlos por lo que dejo flotando a Tumba y a Xiloman.



Los de Jalisco no eran los únicos desesperados. Mi Couch ya se habia emparejado en un par de ocasiones para preguntarme “¿a que hora te vas a mover?” Mi dirección técnica también veia perdidas las medallas.



Me acerque a preguntarle a un local: “¿cuánto falta?” a lo que me contestaron: 40k. “Es el momento” pensé y espere por la oportunidad.



Los Jalisco organizaron un relevo para recortar distancia. Faltaban 30k a la meta. Gabriel me hizo una seña y ataque.



Parado en pedales acelere en violento ataque y me senté para acelerar aun más, voltee un momento, nadie en mi rueda y el grupo atrás alejándose rápidamente.



“Excelente” pensé. ¡Vamos por esas medallas!



Había dejado de llover, no se si el viento estaba a favor o en contra.; no recuerdo si iba sufriendo, ni se a que velocidad rodaba. Creo que estaba como poseído solo veía como me acercaba rápidamente a los ciclistas que aparecían a lo lejos.



Pronto pude distinguir que eran Tumba y Xiloman “faltan 2 pense”. Reduje un poco la velocidad para recuperar algo de energías para enseguida volver a acelerar a tope y pasar como un rayo a un lado de ellos. Tumba se quedo. Xiloman pudo aguantar el ataque. Hice una seña para pedir el relevo al Depredador pero no paso. Baje la velocidad y Tumba volvió a conectar. Arranque de manera automática y fue definitivo para el Tapatío. Xiloman siguió en la rueda.



Regrese a mi velocidad “crucero” exigiendo al de Quintana Roo que pasara al relevo. La camioneta de los Depredadores se acerco a gritarme --ayúdanos a entrar en las medallas Yapur-- gritaron. Voltee un momento y solo les dije –Que se agarre por que llegando voy a atacar—



La punta de carrera ya estaba a tiro de cañón eran Monsivaes de SLP y Servin de Jalisco. Baje dos piñones y lance un ataque de medalla de oro. Cuando voltee a ver que paso el de San Luis y el Tequila seguían ahí. El Depredador había desaparecido.



Monsivaes me dijo --vamos a colaborar para que la fuga llegue a meta--; así lo hicimos y empezamos a hacer relevos parejos los tres.



Pasamos por Xcaret y les arranque de nuevo. Me entraron y arranque de nuevo. ¡Quería llegar solo!



Como no se quedaron les hice una seña para regresáramos a los relevos.



Sabia que nos acercábamos a la meta y ataque de nuevo, Mosivaes no parecía dispuesto a rendirse. “No se va a quedar” pensé. Me di cuenta que estábamos entrando a la ciudad. Esto se tendría que definir en el sprint. Mejor guardar algo de fuerzas.



Dimos vuelta para entrar al boulevard y pasamos el arco final a contra-meta. Dimos vuelta en U para enfilarnos al último kilómetro. Servin adelante yo en medio y Monsivaes atrás.



No pensé si estaba lejos o cerca, no pensé en nada. Solo deje caer un piñón y arranque.



Parado en pedales la bicicleta iba de un lado a otro con furia, las ruedas zumbaban en el pavimento. A la derecha Miguel (Jalisco) se había retrasado. Por la Izquierda José Luis (SLP) empezaba a emparejarse conmigo.



Monsivaes parecía estar apenas delante de mi, ambos luchábamos con nuestras bicicletas por lograr la mayor aceleración. Recuerdo vivamente sentir mis muslos fuertes y el cerebro les dio la orden de apretar aun más. Fueron fracciones de segundo avente la bici al paso por la meta.



Escuchaba los gritos del publico como en un segundo plano, el arco de meta paso veloz sobre nosotros me erguí sobre la bici levante los brazos una y otra vez. ¡¡LO LOGRE!!



Mientras bajábamos la velocidad Monsivaes se acerco para felicitarme. Frene y volví hacia la meta: Abrazos, gritos, ganas de llorar todo eso y más.






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